Por Ixchel Quintana
Usualmente en este espacio les damos consejos para que sepan cómo sacarle provecho a lo mejor que tienen, ustedes mismas; sin embargo en esta ocasión decidí dedicarle esta página a otro espacio para el “estilo de vida” que es la vida nocturna en la ciudad México.
Si piensan que les voy a recomendar antros, no, todo lo contrario.
El sábado 8 de octubre decidimos, mis amigo y yo, asistir a “El Clásico” de Polanco. ¡Gran error!
El capitalizado D.F. impidió que nos la pasáramos bien en este lugar, empezando porque 3 cadeneros chaparros, gordos y morenos nos negaron la entrada cuántas veces les fue pedida.
El punto no es criticar por criticar, sin embargo si uno está dispuesto a gastar sus devaluados pesos en este lugar ¿por qué tenemos que pedir permiso para entrar?
A mi nunca me han gustado los antros, y después de esto menos.
El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano pero con poder, lástima que lugares así sigan funcionando por el “status” que proporciona para los que asisten.
Ojalá ninguno de ustedes sea víctima de la discriminación de este tipo o de cualquier otra.
Saludos
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